Federal
Corazón verde de la provincia entrerriana,
Posada en nidos montieleros de zorzales,
Federal...
Suelo dónde se acaricia el adobe y se le habla al acero.
Pueblo creado por mujeres y hombres camperos,
qué en el retoño de cada Febrero
se aferran a un sapucay...
¡Sapucay chamamecero!
Luz Oscura
Al caminar las calles de mi pueblo, imagino la infancia de nuestros padres y los abuelos.
Y colma de sentimientos y nostalgias poder ver a sus ranchos que permanecen de pie, cómo desafiando al tiempo. O a sus terrenos cubiertos de escombros con malezas porque fueron partiendo poco a poco junto a ellos. Con esta canción, con estas melodías y el silencio... Queremos homenajear a estos viejos caseríos y a nuestros abuelos, qué nos guardan tantos recuerdos, qué nos enseñan de dónde venimos y son pruebas de la edad que tenemos. Con "Luz Oscura" nos abrazaremos al rancho de Doña Cándida, a la ranchada de Rosendo Moreno, al rancho de la familia Gauna, al rancho de Don Beto Luna, a la ranchada de Doña Misia Solis... y a tantos otros como el tuyo...
Les juro que cierro los ojos y las veo... veo a las abuelas con una escoba de carqueja barriendo el patio, bendiciendo con sus manos, con las lágrimas de la última lluvia muy enojada. Cierro los ojos y veo regando sus campanitas y los malvones florecidos de rojo, corazón dulzura.
Las veo, maquillando Las paredes del rancho lacerado, con Adobe de ternura amasando bien tempranito. Al pasar por lugares donde el rancho ya no está, queda impregnado en el árbol frondoso del patio, la fragancia del humo bajo de ese tizón haragán que tenía los cabellos dejándolas cada día más bellas, más sabias, sin que se les no te los años.
Me juro que cierro los ojos y la veo escuchando LT15 debajo de las manzanita guachas, contemplando la llegada de un hijo, la llegada de un nieto... para amarlo con una torta frita, que guarda calentita en El fogón de chapas. En cada uno de estos hogares hay muchas historias que merecen ser contadas.
Aunque queda en el rincón perdido de ese
rancho alegre, con piso color cielo mojado,
el recuerdo cubierto de acero,
del fogón encendido que abrazo el horcón
en una noche que pudo ser la última.
El perfume del aire sucio, endiablado,
susurraba en la inocencia del niño
y su abuela.
El halcón fue cómplice del descuido
y sus cenizas traicionaron a la vieja pava
que silbaba bajito entre Sol y Luna.
La hogera en llamas hambrienta no era un sueño y El pequeño candil disminuido con fiaca
anunciaba una noche larga
llena de incertidumbre.
Escritor y Poeta : Flavio Miguel Alejandro Márquez
Acompañado de la guitarra de Diego tolato truzkost...
ENTRE LOMADAS Y AGUA DULCE
Poesía y Narrativas de Cosas Nuestras.
Melodías de ayer
Hoy el triste de jardín gimotea por la presencia fugaz de la mariposa colorida de rojo arte y por el disfrute exiguo de verla volar distante de su amor angelical, el floral de los suspiros.
El jardín extraña el armonioso bisbiseo de la radio madrugadora y los pasos cansinos de la abuela mal enseñadora de plantas charlatanas.
Hoy el patio clama al niño feliz qué está perdiendo la sonrisa de jugar en la tierra y ensuciarse las alas de palomitas picaronas.
Clama al mocito de rostro cándido que está huyendo al aislamiento lóbrego sin los humores qué le daba luminosidad a la tardecita otoñal.
Hoy los últimos campitos se marchitan a cada grafía del luna y se le han apagado los tizones encendidos y corrían con alborozo a las luciérnagas enamoradas.
Los campitos se han quedado sin las primaveras, sin los inviernos de las noches de San Juan Bautista, sin los golazos de tres dedos guirí desobediente escapado de la siesta rígida.
Hoy las calles se van alejando del saludo fraternal y se brota con la fiebre del progreso que no se detiene, sus aceras tienen la ausencia del canto de los gorriones y el verde esperanza que se tiñe de ingratitud y egoísmo.
Las calles ya no sé humedecen con el baldazo del vecino ni con las bombitas del atrevido en épocas imborrables de carnaval. En sus electrones crecidos y correntosos ya no viajan barquitos de papeles ni son bloqueados por los tickets de gurí ocurrente.
Hoy el invierno se encuentra el liado, confunde a sus lluvias y a sus heladas. Pareciera que apetece ser otoño primavera o con días dónde las tardes pueden ser mañanas; y sus árboles rehenes despintan perezosos su follajes en el silencio de las campanas.
El invierno nos exclama la escucha temprana, se está ayornando a un universo perdido en la neblina maléfica y en la mezquina codicia humana.
Escritor y Poeta: Flavio Miguel Alejandro Márquez
ENTRE LOMADAS Y AGUA DULCE
Edición: fibproducciones
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